Testigo soy (Lucas Millenaar)


Gracias a mis padres que prometieron en mi bautismo sostener en el tiempo, con la dirección de nuestro Dios, el pacto que Él estableciera con Abraham, me leían diariamente la Biblia desde que tuve uso de razón, así mismo me llevaron a la iglesia donde conté con maestras de escuela dominical que me transmitían el amor de Dios, los valores y el respeto a mi prójimo.
También puedo atestiguar en mi juventud las enseñanzas de mi maestro pastor Juan van der Velde quién me profundizó en la doctrina reformada y a su vez en el mundo ecuménico,  defensa de  los derechos humanos y la preferencia de Dios por los pobres. Fui y soy testigo de oídas y ocular de que los hechos y palabras van juntos en pos de la propagación del evangelio en la que no somos constructores del reino de Dios en este mundo, ya que es Él quién lo construye y establece y nosotros instrumentos y mayordomos en sus manos para su logro.

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